Parece que estamos a las puertas del fin del mundo. La
entrada a la depuradora de ‘La China’, al final de la calle Embajadores (muy
cerca de la Caja Mágica) es el límite entre un Madrid iluminado y un Madrid sin
alumbrado en la más absoluta oscuridad.
No hay farolas.
Al fondo, uno de los túneles más estrechos y angostos de
la capital, sin duda, y por donde para más ‘inri’ pasa también el anillo verde
ciclista.
Las bicicletas que pasan incesantes por esta zona se la
juegan.
Tras cruzar el túnel, dos opciones: seguir por
Embajadores (sentido Mercamadrid) o girar a la izquierda hacia la avenida de
Santa Catalina.
La intersección, como no, a oscuras completamente.
Giramos a la izquierda y el camino sigue sin estar
iluminado hasta llegar a las cocheras de la EMT de Entrevías. Por la calle nos
encontramos, bajando hacia Embajadores andando, a uno de sus trabajadores
linterna en mano para ver y ser visto.
“Esto es una vergüenza”, dice.
Nos dice además que las cunetas son un vertedero ilegal
de escombros.
Y para completar este cuadro de despropósitos tenemos el
pavimento de la zona, lleno de baches.
La situación llegó la pasada semana hasta el Pleno de
Puente de Vallecas, donde Izquierda Unida preguntó por la situación que viven
los trabajadores de la EMT en esta zona y propuso la creación de un plan que
llevara la iluminación y reformara el pavimento de estos viales.
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