‘Street art’, ‘videoarte’ o ‘videoperformance’ son tal
vez conceptos desconocidos para ti.
Formas artísticas poco convencionales que también tienen
cabida en nuestra ciudad, en espacios tan especiales como ‘La Neomudéjar’, en
la calle Antonio Nebrija, muy cerca de Atocha.
Estos talleres ferroviarios estaban abandonados hace
menos de un año pero gracias al empeño de Adif y del colectivo ArtHouse Madrid
se ha reconvertido en un centro de expresión artística de lo más vanguardista.
Sin duda, un ejemplo a seguir por las decenas de
edificios abandonados que hay en nuestra ciudad que podrían contar con una
oportunidad semejante.
“Es un espacio de creación, de libertad y de búsqueda de
códigos y lenguajes nuevos para el arte”.
Es la definición que hace Francisco Brives, co-director
de ‘La Neomudéjar’.
Uno de los atractivos de este lugar es su aire industrial
decadente que se ha querido mantener como seña de identidad. Así, todos los
elementos de carácter ferroviario que tenía el espacio se han mantenido o al
menos se han reutilizado, mientras que los techos y paredes por ejemplo se han
rehabilitado de una forma especial para que mantengan ese paso del tiempo como
algo propio.
En ‘La Neomudéjar’ podemos encontrar exposiciones
temporales (en la actualidad hay dos, la de ‘Ver con los ojos y el alma’ deJulia Juaniz; y la de ‘Interpretando a Goñi’ de varios artistas), murales de ‘street
art’ (arte callejero) también temporales; espacios para la performance, para el
debate, para la documentación y también talleres para la creación de los
propios artistas.
Todas las obras que salgan de sus talleres formarán parte
en un momento o en otro de las exposiciones del centro.
Aquí no vas a encontrar nada que haya en otro museo.
Cuenta Fernando Brives que se han sorprendido mucho del
tipo de público que llega aquí.
“Esperábamos gente joven en torno a los treinta años pero
está viniendo gente más mayor de setenta incluso”.
Explica Brives que esto puede ser debido a que estas
personas, por haber vivido los últimos coletazos del surrealismo en su
juventud, son ahora más ‘permeables’ a las vanguardias.
Se trata sin duda de una alternativa de ocio muy
diferente a la convencional que se puede disfrutar por solo 4 euros de viernes
a domingo (de 11:00 a 21:00 horas) en la calle Antonio Nebrija, muy cerca de la
estación de Atocha.
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