Desde hace ya algún tiempo, frente a la puerta del
instituto San Mateo, en Tribunal, hay un espacio libre con bancos para uso y
disfrute de los madrileños. Al lado, un pequeño parque con columpios.
Para ser más exactos, este terreno (pequeño, para qué nos
vamos a engañar) está en el número 3 de la calle San Mateo. Podemos verlo delimitado en
esta foto:
Pues bien, si pensaban que ese espacio libre iba a
quedarse así, están muy equivocados.
Son muy pocos metros cuadrados pero el Ayuntamiento de
Madrid quiere hacer caja con ellos y por eso, según se desprende del Boletín
Oficial de la Comunidad de Madrid del 6 de marzo, ha salido a concurso con un
precio de licitación de nada más y nada menos que 2,7 millones de euros.
Todavía están a tiempo de ‘pujar’ por él ya que el plazo
termina el 7 de abril.
¿Qué se va a instalar allí?
“La parcela no es una zona libre pública desde el punto
de vista urbanístico, sino una parcela con una calificación de usos terciarios”,
ha declarado Juan José de Gracia, coordinador general de Gestión Urbanística,
Vivienda y Obras del Ayuntamiento de Madrid.
El uso terciario es aquél destinado a comercios,
oficinas, hoteles, locales de espectáculos y recreativos o el relacionado con
la hostelería.
O lo que es lo mismo, no será un espacio libre (que en
realidad no lo es aunque esté abierto) con columpios por ejemplo o cualquier
uso dotacional para el barrio.
Al parecer, la parcela tuvo hasta 2008 un uso dotacional
educativo pero con el proyecto de Barceló eso cambió.
La parcela alberga además siete ejemplares de pino que,
según denuncia el PSOE, serán talados cuando comiencen las obras aquí, y se
arrinconará además al instituto y al pequeño espacio con columpios que ha de
mantenerse.
Califican lo que sucede con esta parcela de “un
despropósito en términos urbanos, por muy reglamentario que lo sea en términos
urbanísticos”.
Para Juan José de Gracia sin embargo esto no es así y
además recalca que los pinos delimitan la parcela, no están en medio, por lo
que no corren peligro.
Además, insistió en que la parcela tendrá el destino que
se le dio en el Plan Urbanístico de Barceló, es decir, terciario, cumpliendo
así con la legalidad pero, eso sí, eliminando una zona estancial actual del
barrio.
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