La relación entre Iglesia y Urbanismo nunca ha sido fácil
y para muestra recogemos un último botón.
Ocurre en el distrito de Retiro, en la calle Catalina
Suárez, donde se está construyendo una iglesia que tiene a un sector del
vecindario revolucionado por ello.
En la finca, situada en el número 16, había hace meses un
templo que se derribó y en su lugar se está levantando uno nuevo.
El caso es que parte del vecindario, como decimos, y de
la oposición municipal (PSOE) denuncian que el promotor del edificio, la
Fundación San Pío X, no se ha ajustado a las normas urbanísticas de nuestro
Plan General de Ordenación Urbana, al no mantener las condiciones de posición y
ocupación del edificio matriz, es decir, del edificio antiguo.
Para poder comparar, nosotros os traemos una foto de la
actual situación de la nueva iglesia y de la antigua, tomada de Google Street
View.
Según vecinos y PSOE, se ha producido una
apropiación indebida del suelo de la Mancomunidad (de los edificios de
alrededor), una planta de garaje que no se encuentra bajo rasante y “y una
desmesurada e inadmisible volumetría del nuevo edificio, que afecta al derecho
de las vistas y luces de los edificios colindantes”, según se recoge de la
denuncia llevada al Pleno de Retiro por el PSOE.
La anterior iglesia, como puede verse, no era
tan alta y dejaba un espacio peatonal mayor a su entrada.
Con la nueva, ese espacio se pierde y gana en altura por arriba y por abajo.
Para el PSOE se trata de una infracción
urbanística grave mientras que para el PP se trata de unas obras ajustadas a
las normas.
El debate, de nuevo, está servido: ¿Se
cumple la ley o se privilegia a la Iglesia?
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