Todos hemos visto alguna vez cuando viajamos por
carretera esos ramos de flores que nos recuerdan que en ese punto, algún día,
falleció alguien por un accidente de tráfico.
Sin embargo, esos ‘altares’ no solo están
en las carreteras.
Nuestras calles están llenas también de recuerdos, y no sólo a los
fallecidos por accidente de tráfico, aunque son los más numerosos.
Por poner tres ejemplos (son muchísimos en todo Madrid), podemos ver ramos y pequeñas
coronas en la M-30 (justo en las letras grandes donde se lee ‘Parque Enrique
Tierno Galván’); en la M-40 (justo cuando te incorporas en sentido A-3 desde la
carretera de Toledo en sentido Madrid) o en una vía urbana, como este pequeño
ramo en la avenida de Córdoba (distrito de Usera).
Sin embargo existen más ‘altares’ que hacen referencia a
otros hechos trágicos bien conocidos por todos.
En la calle Peña Prieta (Puente de Vallecas) o la plaza
de la República Dominicana (Chamartín), las flores siempre recuerdan a las
víctimas de ETA que perdieron la vida en sendos atentados terroristas.
Hemos visto también homenajes en el Balcón de Rosales
(por Álvaro Ussía) y obviamente en el Madrid Arena.
Pero si hay también un lugar para el
recuerdo permanente, ese es la calle Téllez, como vemos en la fotografía, donde
se homenajea a las víctimas del 11-M.
También nos ha llamado la atención las decenas de ramos
de flores que hay en la carretera de Toledo a la altura del Sector 3 de Getafe,
donde se recuerda a Sandra, una adolescente que decidió poner fin a su vida
allí mismo, lanzándose al vacío a la autovía desde una pasarela peatonal. Sus
amigas y familiares siguen manteniendo allí su llama, dos años después de la
tragedia.
Y por último nos vamos hasta Arganzuela para ver el más
inquietante y misterioso de los homenajes espontáneos. Para empezar, es una
lápida de obra, con su cruz de mármol y todo. Es decir, alguien ha tenido que
ponerse a levantarla allí con sus materiales de obra. Está en plena vía pública, en la esquina de las
calles Comercio y Garganta de los Montes. Siempre tiene flores y contiene una
inscripción: ‘Taxi. Aquí ganó la batalla al cáncer E.G.G. 11/05/2010’.
No sabemos más. Varios taxistas que pasaron por allí (sin
duda son los vehículos que más circulan por esa calle) me preguntaron si yo conocía
la historia de esa lápida porque es todo un misterio para ellos y me parece que
nos vamos a tener que quedar con las ganas.
Ahora nos preguntamos si el Ayuntamiento la retirará o no…
¿debería hacerlo?
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